DESCRIPCIÓN
De aspecto grácil, con patas largas y cola corta con una borla negra en el extremo manteniéndola erguida en momentos de peligro y excitación. Sus características orejas puntiagudas están terminadas en un pincel de pelos negros rígidos que favorece su camuflaje al descomponer la redonda silueta de su cabeza. Son características las patillas que le cuelgan de sus mejillas, a partir del año de vida le aparecen, cuando apenas cuelgan debajo de la barbilla y aumentan de tamaño con la edad. Los machos tienen la patilla y los pinceles negros más desarrollado que las hembras. Su formula dentaria es 3/3, 1/1, 2/2, 1/1= 28.La coloración va de pardo a grisáceo con los flancos moteados de negro.
Existen tres tipos de pelo: Mota fina: Manchas de pequeño tamaño, se reparten uniformemente y de manera densa, y se concentra en los flancos laterales. Mota gruesa A: Las manchas son de mayor tamaño, se disponen en líneas, el nivel de las hembras aparecen dos o más motas de mayor tamaño. Mota gruesa B: son del mismo tamaño que la mota gruesa A, no se aprecia ninguna ordenación específica ni las manchas de los hombros.
Es de pequeño tamaño, su peso es aproximadamente la mitad que el lince boreal o euroasiático [Lynx Lynx]. El macho adulto pesa un promedio de 12,8 kg y las hembras sobre 9,3kg, los machos pueden llegar a pesar 20kg. Ambas son distintas especies, simpátricas en Europa central durante el pleistoceno. Se estima que la separación ocurrió mucho antes que la separación de los linces euroasiático y el lince Canadiense [Lynx canadiensis] se considera que los linces euroasiáticos e ibéricos comparten como antecesor a Lynx issiodorensis, el ibérico en Europa y el euroasiático (que más tarde dio lugar al lince de Canadá) en China.
DISTRIBUCIÓN
La distribución del euroasiático y del lince ibérico nunca se solapó mucho, y han llegado a estar esencialmente separados en épocas recientes, los dos linces pudieron coexistir hasta finales del siglo XIX en los Pirineos y quizá en la costa norte de España
En el 2016 los únicos núcleos con presencia de reproducción segura de la especie se limitaban a Sierra Morena, en concreto el Parque Natural de la Sierra de Andújar [que es la principal población de lince ibérico que hay en el mundo], en el Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro, y el Parque Nacional y Natural de Doñana y su entorno podrían encontrarse poblaciones muy reducidas en otras comarcas, según datos recientes en el suroeste de Madrid, Montes de Toledo, suroeste de Ciudad Real y en la Sierra de Alcaráz, mediante fototranpeo se han localizado al menos quince ejemplares, tres hembras adultas, dos machos adultos, cuatro subadultos, dos machos y dos hembras y seis cachorros. En 2018 un estudio financiado por el programa Europeo Life, el censo estimó un incremento de la población de lince ibérico en casi setecientos ejemplares distribuidos en un superficie de 3.064Km repartidos por Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y el sur de Portugal.
POBLACIONES
Las poblaciones existentes a finales del siglo XX probablemente se encuentran desaparecidas en Sierra de San Pedro, Villuercas y Sierra de Gata en Extremadura, Sierra Morena central y occidental y algunos puntos de las Sierras Béticas de Jaén y Albacete. Las poblaciones de Sierra Morena oriental y Doñana sumaban menos de doscientos ejemplares en 2005. En 2007 la tendencia se invierte muy ligeramente, se estima la población en los dos principales citados anteriormente, únicos donde hasta ese momento se había confirmado su presencia estable y la reproducción de entre doscientos quince y doscientos cincuenta ejemplares, 50/53 en Doñana y el resto en Sierra Morena. Mas los quince ejemplares localizados en Castilla La Mancha y Extremadura. En 2013 y 2014, tras un par de años estancado en torno a 330 ejemplares, el censo de 2015 indicó un aumento de la población en libertad. Gracias sobre todo a la reintroducciones, alcanzó los cuatrocientos cuatro ejemplares, de los cuales trescientos sesenta y uno se encuentran en Andalucía. Estos datos positivos se contemplan con la confirmación de la persistencia de las poblaciones fuera de Andalucía, en Portugal y los Montes de Toledo. En el censo de 2016, la población aumentó en cuatrocientos ochenta y tres ejemplares, de los cuales trescientos noventa y siete se hallan en Andalucía.
HABITAT
El lince ibérico habita en el bosque y matorral mediterráneo, en zonas muy restringidas de la península ibérica. En España en algunas zonas, bien conservadas y aisladas del ser humano, sin embargo en Portugal parece que se ha extinguido. Este tipo de hábitat le proporciona refugio y pastos abiertos para cazar conejos, que supone el 90% de su dieta. En Portugal se están haciendo esfuerzo para la recuperación del hábitat del lince, como en la Reserva Natural de la Sierra de Malata
COMPORTAMIENTO
Vive de manera solitaria y nómada, y es muy territorial, mostrándose más sociable en época de celo. Sigilosamente se aproxima a la presa y salta sobre ella con rapidez. Con menor frecuencia espera agazapado. Al llegar los calores, pasan más tiempo descansando, al contrario que cuando llueve. Son básicamente crepusculares y diurnos cuando son juveniles aumentando su actividad nocturna después de un año de vida. En el invierno pueden tener actividad durante las 24 horas del día, en verano es casi estrictamente nocturno. En estudio de radiometría en el Parque Nacional de Doñana mostró linces principalmente nocturnos, con la actividad concentrada en el crepúsculo. El recorrido diario era de 7 KM, sobre todo por los machos.
ALIMENTACIÓN
Es considerado el único carnívoro especializado en cazar conejos, por aportarle el 80 o 90% de su alimentación. También consumen anátidas, ungulados, perdices, pequeños mamíferos y otras aves. El 93% de las presas en verano son conejos, en los meses de invierno al disminuir la proporción de conejos disminuye su dieta. En este tiempo se alimenta de cervatillos y muflones juveniles. En las marismas del coto de Doñana los patos son recurso alimenticio entre los meses de marzo y mayo, durante la época de cría. Las necesidades energéticas se estiman de un conejo al día.
REPRODUCCIÓN
Entre enero y febrero comienza el celo, adelantándose en las regiones meridionales desde finales de diciembre hasta mediado del mes de febrero. A pesar de ser un animal solitario, en esta época suele permanecer con su pareja. Suelen elegir madrigueras bien protegidas y escondidas como roquedos y árboles huecos. La gestación dura de sesenta y cinco a setenta y dos días, se deduce que la época del parto está en los meses de marzo y abril. Las camadas constan de una a cuatro crías, lo habitual es de dos cachorros. A las dos semanas cambia de madriguera, y a los dos meses acompañan a su madre en las cacerías. A los sietes o doce meses son independientes (más o menos cuando la hembra entra de nuevo en celo) y permanece en su territorio natal hasta los veinte meses. Sobreviven a la independencia entre uno o dos linces por hembra. Las hembras pueden criar en su primer invierno, la primera reproducción depende de factores demográficos y ambientales. En una población densa, como en Doñana, depende la primera reproducción cuando una hembra adquiere un territorio. Puede ser que no se reproduzca hasta transcurrido cinco años de edad, y solamente cuando muera la madre y adquiera un territorio, (lo que no favorece la repoblación del lince). Suelen vivir unos treces años, siendo fértiles hasta los diez años.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
El lince ibérico se ha restringido desde toda la península ibérica y el mediodía francés, donde estaba presente hasta el siglo XIX, muy pocas zonas de la península ibérica en el XX. En el pleistoceno las poblaciones de conejos migraron hacia el sur y se refugiaron en la península ibérica. Hoy ocupa esta área son más grande que sus cogeneres en Europa central La península ibérica es la única parte de la región paleártica que contiene una más alta densidad de lagomorfos (conejos), similar a la de Norteamérica, donde viven dos especies de linces cazadores de lagomorfos: el bobcat o lince rojo ( Lynx rufus) y el lince canadiense (Lynx canadiensis). A principio de la década de 1990 incluyendo subadultos pero no las crías, no excedía de mil doscientos, con cerca de 350 hembras reproductoras. En los últimos diez años se ha reducido en un cincuenta por ciento. De las treinta y una zonas en las que habitaba el lince en 1960, solo quedan ocho. La regresión de la especie ha sido claramente regresiva. Solo en puntos concretos la especie se ha mantenido en buen estado. Solamente la población del sur de España, que consiste en tres subpoblaciones, se cree que es viable, al estar compuesta por unos cientos de linces, las subpoblaciones restantes de se reparten en pequeños núcleos, difícilmente viables, de unas decenas de individuos. El lince ibérico fue declarado en peligro de extinción en 1986 por el centro seguimiento de la IUCN. En las revisiones periódicas de este organismo se mantuvo el estatus hasta 2002 en que se cambió a una categoría de mayor amenaza. En peligro crítico. Es la única especie de felino catalogado en esta categoría de la lista roja de la IUCN. Fue reclasificado “en peligro” en 2015, dejando de pertenecer a la categoría de “en peligro crítico”.
AMENAZAS
Las principales amenazas sobre la especie son la mortalidad inducida por el hombre, sobre todo por atropello, caza furtiva, instalación de cepos y lazos, envenenamiento ilegal, etc. Desde el año 2000, han muerto en Doñana cincuenta y siete linces, veinte y cuatro atropellados. El índice de mortalidad es alto en las carreteras que van de Matalascañas con las poblaciones cercanas, donde murieron ocho animales en la última década. La cifra es elevada, al no superar los linces que habitan en el parque el medio centenar. Cuatro de cada diez son atropellados en esta carretera, ya que la vía atraviesa las zonas que utilizan los linces para sus desplazamientos. Esta amenazado por la tuberculosis, persecución y caza de su especie y de sus presas. La reducción de las poblaciones de conejos, por la mitomatosis, neumonía vírica, así como la ganadería intensiva. Para evitar atropellos se han instalado ecoductos. Por la construcción de infraestructura, las poblaciones se separan paulatinamente unas de otras hasta llegar a estar totalmente incomunicadas, y aisladas por barreras de distintos tipos que impiden el intercambio genético entre poblaciones.
PROGRAMA DE CRIA EN CAUTIVIDAD
Las metas principales son, asegurar a corto plazo la conservación de material genético. Implica el mantenimiento de sesenta reproductores en cautividad, cuyos cruces se seleccionaran de modo óptimo para evitar la endogamia, y la preparación de ejemplares para su reintroducción a partir del año 2010.
En la actualidad el programa se desarrolla en el centro de cría del Acebuche (en el Parque Nacional y Natural de Doñana) con capacidad para once ejemplares y en el Zoo Botánico de Jerez, con siete instalaciones de diferentes tamaños.
JUAN DIEGO
